He pedido para mi hijo el Arca de Noé. Me explico, he pedido un barco en forma de arca, bueno, es un barco maravilloso. El pequeño conoce la historia de Noé por una película de dibujos animados argentina, El Arca; una película diferente, divertida, que vimos unas cuantas veces y totalmente recomendable para todos.
Vi el barco en casa de una amiga, se lo había encargado a un carpintero, copiado de una foto de una maqueta de barco carguero de un museo que no recuerdo, una joya de madera. El día que lo vimos en su casa nos quedamos impresionados, yo, por el trabajo, dimensiones y el diseño del barco, pero el cachorro flipó porque en su escala de medida es como hablar del Titanic y estaba lleno de animales. Aunque no lo ha pedido a los reyes, se lo he pedido yo y hoy a última hora lo he ido a recoger tras la llamada del carpintero que se esmeró y dió rapidez a su trabajo para llegar a tiempo en el día de la Magia. Creo que no se puede comparar a ningún otro juguete que vaya a a tener. Es un pieza que tiene vida. El carpintero orgulloso me explicó como se abren los camarotes y como está preparados acoger diferentes animales. Va a flipar.
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