miércoles, 16 de enero de 2013

la despedida



Acabamos de despedirnos de un amigo que se va a trabajar a otro lado. Solamente ha estado con nosotros dos años, en este tiempo se ha casado, ha procreado y lo envían a otro destino. Hace muchos años que lo conozco, coincidimos por motivo laborales y de aquella, el se dedicaba al mundo del arte. Simpático, atractivo, bravucón, recurrente y tremendamente práctico, decidió cambiar su vida y su profesión y se hizo controlador aéreo. 
Parece que fue ayer, cuando cenamos juntos, con dos amigos gallegos en Madrid, y el nos dijo que dejaba el arte por el mundo aéreo. No me lo tomé en serio, pero me dió varios motivos que me dejaron con la duda: me apasiona el submarinismo, me encanta la comida y por supuesto el marisco de las rías  y las gallegas, que me tienen loco, si apruebo pediré destino a Vigo
Esa noche quedó alucinado con mi amiga, que prefirió cenar con nosotros a un posible encuentro con Russell Crowe, ya que ella por aquel tiempo trabajaba en un hotel de gran lujo y esa noche había gestionado el alquiler de unas vespas al guaperas y sus guardaespaldas para pasear por Madrid de incógnito: Mi hermana no se lo va a creer, que prefieras cenar con nosotros que coincidir con Gladiator, ( para ella era el pan de cada día y sólo representaba trabajo, para nosotros eras un secreto excepcional).
No volví a saber de él hasta hará unos cuatro años, cuando nuestro amigo común me dijo, sabes que al final lo logró?, que al final aprobó?
Cuanto me alegré y se convirtió en mi héroe personal y como no, siguiendo su deseo, se vino a Galicia, en lugar de Vigo, consiguió Santiago y en lugar de una gallega se trajo a una asturiano-leonesa, a la que consiguió hacerla controladora también.
 Hemos disfrutado de su presencia, con conversaciones interesantes y risas y mas risas, gente con la que merece la pena coincidir en la vida aunque sea por poco tiempo.Aún recuerdo el último día que salí con él y nuestro amigo común cuando tras la retirada de los consortes, cerramos un bar de toda la vida a base de gin tonics. Al día siguiente mientras cuidaba del pequeño, totalmente perjudicada, recordaba entre la niebla a Picasso, Velazquez y Paolo Ucello entre la Guerra de las Galaxias y Tintin, todos sus héroes.
El destino se lo lleva a Barcelona, con sus chicas. Echará de menos nuestro mar, nosotros al submarinista.

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