viernes, 5 de marzo de 2010

ulises, el perro fiel

Ulises ha vuelto, despues de tanto tiempo de ausencia, y despues de tantos callados silencios que nos rodeaban cuando nos cruzabamos algún perrillo abandonado o callejero o cuando nos encontrabamos con esas miradas tristes que les caracteriza. Esa mirada que tenía Ulises la primera vez que nos encontró, en Sicilia, il cane siciliano, rosa e nero, como lo definió una niña cuando descubrió que , a causa del calor, un mediodía torrido de agosto el perro buscó el fresco acostandose boca arriba, dejando ver su pecho albino, con una piel delicada, una rareza para un animal que había nacido en una isla tan calurosa.
Un viaje inolvidable, con Antonio y el rata, los tres recorriendo paisajes vírgenes, sin apenas turistas, salvo en los pueblos mas conocidos gracias a los circuitos de los turoperadores. La casa de Scopello, en la montaña, rodeada de olivos y lagartijas, con la ducha al aire libre y el horno de pan, para mi perfecta, para ellos un poco rustice de mas. Los desayunos mediterraneos, las cenas a la luz de las velas con el ruido de los grillos y la llegada de Uli, una tarde tras una de esas excursiones eternas que remataban con la música a todo volumen y el aire aun cálido, que entraba a través de las ventanillas mientras el paisaje pasaba a toda velocidad, como una comedia americana.
Allí estaba esperándonos, a la puerta de la casa, entre asustado y contento de nuestra vuelta, como si ya nos conocieramos de toda su corta vida.
Lección1: No te excedas en el cariño, el perro tiene dueño y debe volver con él.
Lección 2: No te encariñes con él, el perro tiene dueño y debe volver con él.
Lección 3: Intenta encontrar el dueño, mientras tanto cuida de él.
Lección 4: Puede que el dueño no aparezca porque a veces la gente abandona a sus perros.
Lección 5: Él nunca lo haría por lo que ante un amor tan incondicional, haz lo posible por devolverle un poco de lo mucho que te da.
La historia se resume a esas 5 lecciones, y así pasó, tras darle de comer y asearlo, desinfectarlo y curar sus heridas del corazón, nos trasladamos a Palermo para imprimir, en el único ciber que debe de haber en la ciudad un pequeño montaje fotográfico con el primer retrato que le hicimos, con un texto: trovato cane y el telefono móvil de Antonio, esperando, en el fondo de nuestro corazón, que nadie llamara. Ante la curiosa mirada de los adolescentes que se encontraban en el establecimiento, se acercaban disimuladamente para ver lo que salía de aquella impresora y miraban de reojo a los tres güiris acompañados de un perro con aspecto de callejero. Nadie llamó.
La noche que el rata me dijo, con una mezcla entre timidez y seriedad: tenemos que hablar, presentí que nuestra vida iba a cambiar, no podiamos dejarlo sólo en la isla, no podiamos volver a abandonarlo. Y comenzó la vuelta atrás, contrarelo,j para arreglar los papeles, hacer creer al veterinario de la administración que llevabamos 2 meses y que la vacuna antirrabica llevaba puesta desde el mes anterior cuando sólo llevaba puesta un día, gracias a una veterinaria de un barrio caro de Palermo, en el que Uli se codeó con la rancia aristocracia canina, hacerle un pasaporte, conseguir un retorno para los cuatro. Fueron días de locura, buscando todas las posibilidades posibles, nuestro vuelo, tarifa mini turista, no admitía cambios y menos un perro.
1.Volver en barco, hasta hasta nápoles, alquilar un coche hasta Francia, cambiar de coche y de nuevo otro coche a España ( una pasta y 4 días mas de los que no disponiamos)
2.Volver en el coche alquilado hasta la frontera con Francia ( no había plazas en los ferrys de salida de la isla)
3. Cambiar de vuelo por uno de Iberia ( no había plazas)

Desesperación, terrible desesperación y unas ganas de llorar pero siempre hay una salida y apareció, el perro viajaría un día antes en un avión de carga y llegaría a madrid al cuidado de un buen amigo que lo recogería en su casa hasta que llegasemos nosotros, sólo hacía falta un transportino adecuado ( casi nos causa un infarto) y cumpliriamos el sueño. Y así fue.
Ulisse, il cane siciliano, vive desde entonces con nosotros.
Estos ultimos meses hemos sufrido su ausencia, aunque él lo ha pasado peor, nuestro peque empezaba a andar y la vida de los dos resultaba un poco incompatible por lo que tuvo que ausentarse y pasa una larga temporada en la residencia de un amigo, ha debido de ser duro para él, pero ya está aquí y lucharemos para que esto dure. El perro fiel lo merece.

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