domingo, 26 de agosto de 2012

los proximos días



Por unos días, quiero sentir el verano.
Para cuando amanezca atras quedará el trabajo, el cansancio inacabable, la tensión por terminar contrareloj, los problemas que surguen  y nos invaden, los imprevistos previsibles, por unos días seremos de nuevo nosotros, mientras no acaba el verano, ahora que por unos días lo pienso disfrutar.

miércoles, 22 de agosto de 2012

ponerle un nombre

      



Estoy cansada de escuchar chiquilladas y de tener que hablar y actuar como si tuviera sentido -  le explicó-, Ni sé nada del amor ni me interesa ese tema.

No crees que exista nada que responda a ese nombre?-le preguntó él.

Yo no lo he encontrado. Y si los dos conseguimos algo del otro, algo que merezca la pena, que necesidad tenemos de ponerle nombre?
                                                                                                                              W. Faulkner

cuantas madrugadas tiene la noche




Hay noches que tienen varias madrugadas, en las que el sueño y el despertar juegan a las escondidas y van y vienen, dejandote una sensación de que se ha parado el tiempo, la noche es infinita y el descanso no tiene cabida. Son noches donde las ideas te asaltan sin buscarlas.
Mi hermano les llama a esto, tener una noche toledana, no se si en Toledo duermen así, pobrecitos míos si es algo típico de esa ciudad.
Pero hay razones que suavizan el malestar que queda en el cuerpo, el aturdimiento de cabeza y la busqueda para retrasar la última madrugada, para poder disfrutar de lo que queda de la noche, por la necesidad de un descanso hasta el momento no conseguido.
Si la razón es una noche de pesadillas infantiles, de nervios no calmados, por la intensidad de una jornada, o de varias, en las que la vida te abre horizontes, descubres nuevos mundos y vives nuevas experiencias, las madrugadas en las que buscan tu mano, para calmar esa ansiedad y compartir unos sueños no deseados o imposibles, o buscan el calor de tu cuerpo y la respiración cercana, que les hace volver a la profundidad de la noche, esas madrugadas son mágicas, y no hay sueño que las pague.



martes, 21 de agosto de 2012

sábado, 18 de agosto de 2012

V.O.


Cuatro días, nos han regalado cuatro días de descanso, un anticipo de las minivacaciones que comenzaran a partir del jueves próximo. El miercoles por la tarde, tras la fiesta familiar, alguien dijo, se acabó, tenemos que parar esta locura o el trabajo terminará con nosotros. El pequeño llevaba ya días preguntando por las vacaciones, pues en todo el verano no lo habiamos llevado ni un sólo día al mar.
Aquí estamos, como hace tres años cuando empezó este blog, en el mismo hotel y los tres de nuevo, disfrutando como hacía tiempo, haciendo las cosas que nos gustan a los tres, las cosas que nos unen y nos hacen felices, las pequeñas cosas importantes de la vida. Y aquí estamos.
Llevamos metidos en la piscina tanto tiempo, que creo que nos van a salir branquias; el pequeño al fin le ha perdido miedo al agua y el mar queda para los delfines y los turistas, ya que no quiere oir hablar de playa. 
Hemos ido ya tres veces a la feria del libro y nos hemos comprado libros para sumergirnos en el portugués como si fuesemos nativos, he descubierto y he devorado Carta de uma desconhecida de Stefan Zweig, tras la cual me he enterado que hay una versión de Xu Jinglei, adaptando la novela para el cine, aunque en lugar de estar ambientada en Viena, eligió Pekín para contar esta historia tan amarga y dulce a la vez.

     " Pretendo revelarte-te toda a minha vida e esta vida que apenas começou verdadeiramente no dia em que te conheci. Antes disso era simplesmente algo de turvo e confuso, no qual o meu recordar jamais mergulhou profundamente, uma qualquer cave repleta de coisas e pessoas cheias de pó, teias de aranha, bafientas, das quais o meu coraçao não quer saber mais. "

miércoles, 15 de agosto de 2012

para disfrutar



Me la recomendó hace unos días el amigo especial que vive en Edimburgo, tuvo el placer de oirla en directo, todo un descubrimiento, gracias Antonio.

lo que queda del día




Me encanta madrugar, despues de una noche pacífica, sin pesadillas infantiles ni interrupciones causadas por la ansiedad laboral, andar por la casa en silencio, oyendo simplemente el sonido del viejo  reloj de  propaganda de algun medicamento que ahora está la cocina y junto al timbre que queda en el salón con la palabra enfermera grabada en su superficie, son los últimos retazos de la vida anterior de la casa que nos recuerdan diariamente que en su vida anterior  nuestro hogar fue la consulta de un médico.

La mañana de hoy, soleada, tras una día que mas se parecía al comienzo de noviembre que a uno de agosto, promete una vuelta al verano y a llevarnos a una jornada de campo, aprovechando que es día festivo, para celebrar el santo de mi madre, como toda la vida desde que tengo recuerdo, convertida en la celebración mas importante del año, tradición heredada de los tiempos de mi abuela. No recuerdo faltar ningun día, siempre ha condicionado mis vacaciones ya que nunca me lo quise perder, y así será mientras pueda.

domingo, 12 de agosto de 2012

para soñar


el picnic





No hay como comer en el campo.
Ayer, tras una mañana para disfrutar de la naturaleza, aprovechando que alguien tenía que trabajar y como gracias a la tecnología te lo puedes llevar contigo, nos hemos ido todos a comer de picnic al jardín de mis padres. 
Tiene en cada rincón recuerdos de mi niñez y puedo decir que he visto crecer los arboles e incluso plantar alguno, es un lugar donde se nota que que el campo esta en equilibrio, un jardín maduro, un poco salvaje, pero con ese encanto que dan los años. Allí, bajo el carballo centenario la comida sabe a gloria.

viernes, 10 de agosto de 2012

noruega


 Entre los lugares donde podemos encontrar paz para nuestras vacaciones está Noruega, pero no la Noruega que todos pensais, ese país del norte, donde en invierno hace un frío que pela, con paisajes infinitos y gentes que hablan otro idioma. Hablo de la otra noruega, como yo cariñosamente llamo al lugar de vacaciones de la querida madrina de nuestro pequeño. 
Su situación estratégica en la costa gallega la hizo lugar de naufragios salidos de las películas, y el clima, no demasiado bueno pero tampoco suficiente malo, la ha resguardado de la marea del turismo de masas, pero allí  puedes disfrutar de paisajes eternos, playas de arena blanca finísima, y lugares mágicos como la playa de los cristales.
Allí se nos va por unos día nuestra amiga, pero no podrá alejarse de nosotros por mucho tiempo, ya que iremos tras ella a Laxe.



piedras




Nuestro pirata favorito ha vuelto de sus vacaciones y nos  ha traido tesoros encontrados en Ibiza. Tras una semana a la caza de medusas, langostas y alguna joya del mediterráneo, amanecimos con su llamada para desayunar juntos, con la alegría y actividad que le caracteriza y moreno como el moro muza. 
Nos ha traido cosas bonitas para los tres, sobre todo para mi. Llevaba el encargo de traerme una piedra, para mi colección y aunque le costó, en el fondo de la bolsa apareció la mejor joya que pudo regalarme.

miércoles, 8 de agosto de 2012

campo o playa?




Todo son dudas, por el pequeño y por mi directos al mar, por el padre, a la montaña. Será playa, el pequeño jefe manda.

domingo, 5 de agosto de 2012

viernes, 3 de agosto de 2012

galician octopus



Mientras veía un reportaje en la televisión sobre el pulpo á feira, uno de nuestros principales manjares gastronómicos, que no puede faltar en una mesa el día de fiesta sobre todo en un ambiente popular, que  caracteriza a nuestro país ya de por si conocido por el buen comer, y tras oir las enseñanzas culinarias de un experto en el arte de pescar, cocinar y por supuesto comer el pulpo en la que recomendaba introducir unos céntimos de cobre en la tartera en la que se iba a cocer el cefalópodo, me vino a la mente el recuerdo de  la reboda de mi hermano en Galicia, reboda, porque previamente habiamos tenido  la boda en Manchester, con una celebración típicamente british, con pamelas, sombreros de copa y  muchos chaqués con chalecos estampados, cada cual menos discreto.

Con un colorido primaveral, una novia que no envidiava para nada a Lady Di, con aquel vestido un tanto repolludo y nosotros, el puñado de españoles dispuestos a pasar el teatrillo lo mejor posible, vestidos en su mayoría de negro, debido a la moda del año, pero con disgusto para los ingleses, que no comprendían el porqué del color elegido, ya que sólo suelen utilizar el negro para los funerales.

La fiesta, tras la ceremonia, se celebró en una especie de pequeño Versalles rodeado de magníficos jardines en los que logré escaparme durante un rato, mientras la gente iba perdiendo formalidad. Con los tres tres tipos de invitados, algo inusual en nuestras bodas, pero para ellos lo normal, según el tipo de relación que tuvieras con los novios, así tenías derecho a comer sentado y aguantar todo el fiestorro hasta la madrugada, como era mi caso, uff, por algo era la hermana o  llegar a la mitad de la fiesta y  merendar tipo cumpleaños de tu hijo, con medias noches y copa de champán tomando los restos de la tarta, (para eso que no me inviten, pero este tipo B, entre los que  abundaban compañeros de trabajo o exjefes y exvecinos, parecian contentos también, quizás por no tener que pasar tanto rato sentados o no tener que gastar tanto en el regalo), pero podía ser peor todavía y eran los que estaban invitados sólo a la ceremonia religiosa, unos pobrecillos a los que no tuve el placer de conocer, ya que se debieron de marchar antes de terminar por no pasar la vergüenza y a los que no pude disculparme e invitarlos a unas cañitas en el pub mas cercano.

Como la representación familiar española quedó reducida a la mínima expresión, los novios, sobre todo mi hermano decidió repetir la celebración en el continente, a nuestro estilo.Y así ayudados por el clan familiar, decidimos sorprender a los ingleses que decidieron repetir, y eran mas que los que fuimos a la primera con una galician party, bajo una carpa de feria, mesas de madera blanqueadas por la lejía, banderines y bombillas en el techo y para gran alegría de todos una pulpeira y un aguardenteiro de verdad, en acción.

La pulpeira, para los que no conozcan nuestras costumbres es una mujer de armas tomar, acostumbrada a lidiar con los pulpos como si fueran Mihuras, que cuece con especial atención al animal y tras ensartarlo con gran habilidad con un gancho de hierro, emprende la acción de cortarlo con una tijera, en rodajas sobre un plato de madera sobre el que salpimenta los trocitos del pobre cefalópodo con gran fruición.

Para un gallego, acostumbrado desde niño a esta operación, es como ver pelar una patata, pero podeis imaginaros a los ingleses....con los ojos fuera de las órbitas y una sonrisa que parecía el inicio de una arcada, situados por mi familia en primera linea para que no pudieran perderse un detalle, mientras veian salir plato, tras plato, sin descanso, de las enrojecidas manos de la pulpeira, que disfrutaba viendo comer, lo que para la gran mayoría de invitados, expertos en muchos casos en la gastronomía galaica, el mejor pulpo comido en nuestra vida, mientras bajaban riadas de Ribeiro, líquido adecuado para la ocasión.

Recuerdo que de la mesa de los ingleses, el pulpo ni se tocó, retirandose los platos como llegaron y de uno en uno fueron  desapareciendo sigilosamente de la fiesta, decididos a merendar al salón de la casa, un té con bizcocho, mientras resonaban en la lejanía cánticos tradicionales, como es costumbre terminar en cualquier fiesta galaica que se precie.
Sobre la reboda nunca se vuelto a mencionar ningun detalle con ellos, mientras que con el resto de los invitados españoles, todavía, con el paso de los años coincidimos con el acierto del menú. Fue inolvidable para todos, os lo podeis imaginar.

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