disfrutar del momento

El año pasado, por estas fechas me padre me pidió si lo llevaba a visitar el Carballo de Santa Margarita, el árbol, un roble centenario que lleva enfrentandose a los avatares de una vida dificil y testigo de la historia de un barrio de las afueras de  Pontevedra, forma parte de manera muy cercana de la historia de la vida de mi padre. A causa de los estragos de la edad, su memoria, grandiosa durante muchos años, en la actualidad es mas frágil que un suspiro, pero de lo poco que recuerda de su vida y sobre todo de su infancia, está este árbol.

Allí nos fuimos y puse en el blog una foto de aquel momento, para mi inolvidable, donde a pesar del calor, nos sentamos bajo su sombra y disfrutamos del silencio del momento.Yo no lo iba a olvidar.

Desde que el tiempo cambió y dejó de llover, mi padre volvió a pedirme que lo llevara a ver el árbol, no recordaba nuestra visita de apenas hace un año. No podía decirle que no y retrasé la visita esperando que el tiempo nos diese una tregua, pero como esta no llegaba y debido a su edad y a su enfermedad no quería retrasar su ilusión. Así que volvimos Santa Margarita y nos sentamos a disfrutar del momento como si fuera la primera vez.

cambia de trabajo

Mama, si no te gusta lo que haces, cambia de trabajo. Es la segunda vez que el pequeño me dice la frase y qué razón tiene. El estres al que estaba sometida y que trato de encauzar lo sufría el también y aunque siempre he trabajado en lo que me gusta, a veces resultaba asfixiante. Esto ha sido uno de los motivos de cambiar, comenzar a hacer otras cosas y con el empuje de su opinión me dieron las fuerzas para intentar esta nueva aventura. Me permite estar mas tiempo con él y puedo desarrollar mas la creatividad que tenía contenida. Los comienzos en este nuevo viaje son dificiles pero podremos con ello.

mi príncipe azul

Tras un largo viaje lleno de calor y después de una ducha, pijama y cena reparadora, el pequeño, ayer por la noche cogió un cuento como de costumbre. Esta vez tocaba uno en portugués de bruxas e feitiços. Por un momento me hizo sentir una princesa cuando muy serio me lo da para que se lo lea y me dice: Mama, hazme los honores. Sonreí sin que se diera cuenta.  Sentí que me lo decía Burt Lancaster en Il Gattopardo y comenzabamos a bailar, ese vals que tanto me gusta.

te garantizo

Te garantizo que habrá épocas difíciles y te garantizo que en algún momento uno de los dos o los dos querremos dejarlo todo, pero también te garantizo que si no te pido que seas mío me arrepentiré durante el resto de mi vida porque sé en lo más profundo de mi ser que estás hecho para mí

el agua canta

En tardes como ésta, con el aire acondicionado del coche estropeado,  mientras entraba el aire caliente por las ventanillas, la mejor opción que teníamos era escuchar unas napolitanas cantadas por Giuseppe di Stefano, soñando con el Mediterraneo. Con el calor del verano suenan mejor.

yo no quiero sufrir

Viernes, 38º, trabajo cumplido y contentas por el resultado. Nos lo merecemos. No tenemos Bodeguita del  Medio, ni Malecón, ni música en directo a la puerta de casa, con esos músicos tan exóticos, pero lo celebraremos con un mojito, por el futuro que nos espera, sin perder nunca la ilusión.

la cuenta atrás

todas la mañanas

Nuestros compañeros de desayuno de todos los días; ya los echaba de menos. Yo soy Willy, siempre dormido y el pequeño es Maya, siempre imparable, descubriendo el mundo.

el riesgo de la aventura

Como puede un chico embarcarse en un proyecto de tres días con cuatro desconocidas y vivir experiencias profesionales únicas y diferentes para él?. Está claro que tenía algo especial. Venía de un lugar que para mí es el paraíso, del que ya hablé en alguna ocasión  y se embarcó en el proyecto, casi sin pensar, pero asumiendo el riesgo de la aventura. Lo cuidamos como un hermano y creo que se sintió en familia. Ayer la despedida fue muy emotiva. Iremos pronto al fin del mundo para disfrutar de una comida a la orilla del mar, a los pies de los acantilados mas altos de Europa.

demasiadas emociones

Fueron apenas tres días, pero parece una eternidad el tiempo que ha pasado desde que me fuí. Muchas emociones, nervios, horas de trabajo, hablar con gente, conocer mas gente, reir con los conocidos y desconocidos y sobre todo de pasar calor. Si tengo que resumir la experiencia, todo queda anulado por el calor, los 38º a la sombra, para alguien que vive en un país que parece Transilvania, casi me convierte en polvo, como a un vampiro. Pero a pesar de no tener momento de respiro y con unas noches que no nos dieron tregua, el resultado fue un éxito. No podemos pedir más, la idea gustó, mucho y pudimos disfrutar de la sensación de un trabajo duro pero de un resultado genial. Ahora a trabajar para darlo a conocer y recoger sus frutos.

en unas horas

En unas horas y por unos días volveremos al pasado. El trabajo por el que llevamos tanto tiempo concentrados e ilusionados se presenta en un mundo medieval. Elegid modelo, yo prefiero el primero, mas cómodo para el calor que nos espera. Deseadnos suerte. Ya os contaremos al volver.

lágrimas de cocodrilo

Cuando estudiaba en el Colegio Mayor, recuerdo que cada principio de curso las chicas recién llegadas de provincias se adaptaban a su nueva vida de diferentes formas, las había que disfrutaban de la nueva situación desde el primer día y las que pasaban por un proceso de tristeza y lloros continuos, sin consuelo, mientras esperaban la llamada del novio, pegadas a la cabina y desahogaban su desconsuelo, compartiendolo con el pobre que se había quedado en el pueblo o en la ciudad, digo pobre, porque tenía comprobado que había una relación directamente proporcional entre el grado de tristeza y la duración de la relación. 

Así, tras la primera fiesta colegial en el que probablemente fueran todavía invitados, comenzaba un proceso de adaptación mucho mas profunda que incluía un cambio de novio y una alegría inconmensurable por la nueva soltería.

Viene esto a cuento, porque de esta historia me acuerdo siempre que dejo al pequeño en una situación nueva o desconocida como el campamento estival de este verano, de sólo quince días, donde llegó sin conocer a nadie. Siempre suele haber un niño, como esta última vez, que no para de llorar, con grandes gestos de tristeza, como esta vez, que tenía preocupado y estristecido a su padre, que no conseguía convencerlo ni despegarlo de sus piernas, intentando nosotros ayudarlo a superar la situación. Yo sabía que iba a ocurrir como las chicas del colegio Mayor que llamaban a sus novios y para comprobarlo, le pregunté a mi hijo, al ir a recogerlo, que tal le había a su nuevo amigo, si siguió llorando mucho, me dijo, que va, se pasó todo el rato jugando con las niñas.

solo necesito palabras

Báilame el agua
Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto
Sácame de quicio, hazme sufrir
Ponme a secar como un trapo mojado.
Lléname de vida líbrame de mi estigma.Llámame tonto.
Olvida todo lo que haya podido decirte hasta ahora.
No me arrastres. No me asustes
Vete lejos...pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.Toca mis ojos. Nota la textura del calor
¿Por cuánto te vendes?. Píllate los dedos
Y deja que te invite a un café. Caliente claro
Y sin azucar... sin aliento

Báilame el agua

from me to you

se acabó el ser autista. Elige el instrumento, a mi me gusta el de la barba y su percusión, necesitamos una jornada así. Espera a que pase el fin de semana.