No hay mejor dieta que vivir en un quinto sin ascensor en una vivienda con escaleras mallorquinas, para quién no ha pasado ese trance, decir que son las escaleras mas empinadas que subí en mi vida. Ni me imagino lo que es caerse por ellas, eso sí, la subida merece la pena con las vista que despues te ofrece el paisaje.
jueves, 11 de septiembre de 2014
escaleras mallorquinas
No hay mejor dieta que vivir en un quinto sin ascensor en una vivienda con escaleras mallorquinas, para quién no ha pasado ese trance, decir que son las escaleras mas empinadas que subí en mi vida. Ni me imagino lo que es caerse por ellas, eso sí, la subida merece la pena con las vista que despues te ofrece el paisaje.
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