Tengo ganas de pasarme todo el día en pijama y no sacar un pie a la calle en todo el fin de semana. Ha sido la peor semana de trabajo que yo recuerde, pero con la satisfacción de que todo ha salido bien. El esfuerzo ha merecido la pena, pero, el cuerpo empieza a pasar los estragos de la tensión acumulada y la falta de descanso. Ando por casa como alma en pena, de la cocina al sofa, del sofa a la cocina y con los escalofríos del inicio del otoño, ya comienzo a estornudar...
sábado, 29 de septiembre de 2012
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